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Spleen

El Bar 2==>Coffee & Cigarettes

El Bar 2==>Coffee & Cigarettes La busqueda de un bar solo importa realmente si se va solo. Otra de mis raras ocupaciones sociales suele ser quedar en un bar para charlar. A veces salen grandes y trascendentes conversaciones de esa pequeña reunión...otras simplemente cotilleos u otros chismes. Proyectos, sueños, planes...todos ellos remojados con un poco de alcohol o cafeina. Con el humo de tabaco de mi interlocutor flotando entre nosotros, dandole un aspecto casi entrañable. Echaré de menos que se permita fumar en los bares. No hablo aquí de esas gelidas reuniones en un bar..en que el ambiente que me separa de mi interlocutor cae congelado como finas, pero robustas, estalactitas. Ese es otro capitulo, desagradable en el que el bar es un elemento de fondo sin relevancia alguna.
Aunque en las reuniones de amigos (u otras) el bar importa poco, yo le encuentro, sin embargo, una pequeña relevancia. Es como un agradable telón de fondo de la escena con vida propia. Es uno más en la reunión, en las conversaciones. No has quedado en casa de nadie, ni en el parque, ni en ningún otro lugar. Es un bar. Un bar publico, donde fumar, beber y, sobre todo, charlar. Tal vez sea simplemente por no aburrirse mirando la copa que se tiene delante, o las espirales que describe el humo del cigarro que se consume apoyado en el cenicero delante tuyo... el caso es que, como si de un ritual se tratase, se habla. Se charla. Anecdotas miles...y cuando se acaban las anecdotas, si el interlocutor es interesante...se pueden llegar a mil temás más. Nunca he tenido una conversación más trascendental que con alguien sentado delante mio en un bar. Aunque fuese el bar de pepe de tallers (bar Parisien para los curiosos).
Vale, supongo que no tendrá el glamour de un Deux Magots parisino, donde la foto de Hemingway cualga de la esquina donde solía sentarse a escribir, y poco tendrá que ver con la relación con camareros que se llevaba un Bukowski eternamente sentado en la barra, pero tiene su encanto.
Amigos varios, o simplemente otra persona, con la que compartir un espacio puramente espiritual. No cabe otro tipo de relación que no sea la hablada (luego están los exhibicionistas, pero ese es otro tema). Está claro que si mantienes una relación basada en charlas de bar, te costará mucho encontrar a una persona igual. Es curioso, verdad?
Este articulo es, sin embargo, más nostalgico que otra cosa. Ahora suelo buscar bares para sentarme yo solo y ocuparme esclusivamente de mis asuntos, pero... que tiempos aquellos en que esperaba con ansia un manseja que me citase en un bar...para estarme ahí sentado, conversando, durantre más de dos horas...

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