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Spleen

Un charco de esperanza

Tras la tormenta viene el buen tiempo. O por lo menos eso suele decir la gente. Yo no creo que haga buen tiempo del todo, pues en vez de despejarse el cielo ha quedado cubierto por una capa de nubes de plomizo semblante.
Pero en el fondo hay calma. La calma de un mar que ruge y un viento que aulla en la playa desierta, mientras cae una fina llovizna.
En fin, la rabia se ha ido, y aunque no ha llegado el cariño, por lo menos todos se ha tenñido de una amarga y tranquila melancolia. Cuando ya no hay tomenta, la lluvia ya no azota, sino que acaricia, y los aullidos del iento parecen susurros frente a los rugidos anteriores. Incluso el már es un gimoteo frente al recuerdo que lo precede.
Y así, todo yo pierdo las fuerzas que tuve que reunir para desatar la tormenta y me disuelvo en la armaga caricia de la melancolia... Pero eso no tiene porque verse mal, sino como un buen vino con veneno, que te mata dulcemente. Y esque acaso alguién tiene miedo a la muerte? O esque la gente ve cielos descubiertos donde las nubes tomentosan acechan... amenazando con un ataque que cojerá desprevenido al hombre feliz.
Te atreves a acusarme de hombre feliz? Porque en mi cara se dibuja una sonrisa? Deja, pues, que te diga que me gusta sonreir, y másd cuando estoy en los brazos de una mujer, que a la vez que agradle es letal.
Letal?
Si, letal. Tan letal como un amor lanzado a lo lejos y que ya no supo como volver, tan letal como el beso de la más bella de las viboras, tan letal como darte cuenta de que esta vida hace tiempo que no es tuya.
Y bien, pues sonrio. Sonrio porque ya no espero otras caricias que estas, sonrio porque me da igual y sonrio porque estoy acojonado.
Acojonado con morir en los brazos de una mujer agridulce, que ni me va ni me viene, acojonado de morirme dando por supuesto una realidad más placentera y acojonado por perderme antes de encontrarme.
Igualmente me aferro a sus brazos, hundo mi cara en su sexo, probando la acidez de sus liquidos, el exilir de mi muerte.
Soy una puta de la vida? Tal vez, pero esque aún sigo creyendo en esa leyenda llamada amor...

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