A la inmensa mayoría
A LA INMENSA MAYORÍA
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Blas de Otero
Tenía miedo de olvidarlo...y no se me ocurrió nada mejor que guardarlo aquí.
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Blas de Otero
Tenía miedo de olvidarlo...y no se me ocurrió nada mejor que guardarlo aquí.
2 comentarios
Nell -
A ESCRIBIR he aprendido de los amigos,
Pero sin ellos. Tú me has enseñado
A amar, pero sin ti. La vida
Con su dolor me enseña a vivir,
Pero casi sin vida, y a trabajar,
Pero siempre sin trabajo. Entonces,
He aprendido a llorar,
Pero sin lagrimas, a soñar, pero
No veo en sueños más que figuras inhumanas.
No tiene ya limite mi paciencia.
No me queda paciencia para nada, nada
Queda ya de nuestra fortuna.
También a odiar he acabado aprendiendo
De los amigos, de ti, de la vida entera...
Beppe Salvia
Nell -
Tu vales mucho chaval. :-p