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Spleen

Quiereme, amame, odiame, despreciame, pero no me abandones en el limbo de la indiferencia

Me cuesta mucho mirar sus ojos y no poder leerlos. Me molesta haber perdido la seguridad que antes tenía. Sentir como su cuerpo huye de mi, su alma cierra sus puertas y su piel se convierte en el sueño de ser acariciada. De lo que parecía algo real sólo queda el suspiro de un corazón desquebrajado.
Me odio por haber perdido la seguridad, o por lo menos de hber sido el artífice de su desvanecimiento. Soy el saboteador de mi própia felicidad, aunque esta significase engñarme. Toda felicidad supone el engaño, por eso me he dedicado a sabotearla...pero inconscientemente. Yo no he querido perderla, pero algo dentro de mí parece ser que permanece obstinado en destruír aquello que aprecio. No es una forma de evadirme de la responsabilidad: ese algo dentro de mí es de cosecha própia: mio: yo.
Pero es demasiado tarde, pues como muchas otras veces, me he dedicado a minar una buena relación, torturado por un paso que no podía dar. Casi podría parecer que me dedico a destruírlo para no tener que seguir viviendo con las migajas del deseo, con el premio de consolación de la carrera de mis sentimientos... Per da igual. La cuestión es que ya he perdido a ese alguien. Hay veces que no se puede volver atrás, y el campo del amor recoje la mayor parte de esas veces.
Podemos llamar a eso amor? Que es realmente el amor? Una obsesión poetica? Un dolor de barriga dramatizado? Una enfermedad pasada por filtro romántico? Unos instintos formalizados?
Sea lo que fuere, cuando se queda a medias produce un vacío inaguantable. Uno se desprotege, se vuelve debil... descubre que tiene corazón. Y siempre renace, porque cuando volvemos a amar descubrimos que allí donde pensabamos que sólo habían cenizas rebrotan esos sentimientos que hacen que merezca la pena seguir vivos. Y volvemos a sentir, esa naturaleza masoquista que llevamos dentro vuelve a adueñarse de nuestra vitalidad.
Pero duele tanto...que merece la pena volver a amar? No sé si el balance es positivo, pero es algo inevitable: no eliges ni cuando ni como ni con quién.
Es bastante jodido el darte cuenta demasiado tarde, darte cuenta de que vacio te produce la falta de esa persona...el hecho de que no te hierva la sangre hasta que te das cuenta de que has caído en un agujero desde el que jamás la alcanzarás...
Y por eso hablo de renuncia. Porque, vale la pena verla desde el fondo del agujero?
No sé la respuesta, pero sé lo que he hecho. He sacado a relucir lo peor de mí. Cuando me desespero no me controlo, y entonces todo aquello que odio de mí, todo aquello que oculto, como todo buen hipocrita o actor, sale a la superficie de mi ser. Se produce entonces el cisma. No puedo volver a hacer el camino sabiendo que ella ha visto hasta lo más hondo de mis deseos y mezquindades. De hecho, será que pienso que no vale la pena acercarme, porque ya sé de antemano que se trata de las los fragmentos que han quedado de un sueño roto. Y me he exilado al limbo del olvido.
Tendré que esperar a que brote de nuevo el amor... o tal vez me quede convertido en piedra durante mucho tiempo. Me da igual. La vida es solo un tramite en el coleccionamos momentos que recojen sentimientos...el resto es secundario.
La tierra sigue girando princesa, y de sus cenizas nace el ave fenix, siempre ardiente y vigoroso...y rojo, como el corazón.

2 comentarios

Nell -

Princesa... sigue girando, aunque duela...

pegoca -

exquisito