Mi cara
Me miro al espejo y no me reconozco. Es mi cara o la de otro?
No me importa. La odio. No quiero verla.
Rompo el espejo con mis puños, hago saltar sangre de mis nudillos al clavarse los cristales en ellos. El resto de cristales se clavan en mis pies descalzos al caer. Me llevo las manos a la cara, con cristales pegados en ellas y las restriego por ella. No quiero esta cara. Quiero arrancarme este pedazo de piel., Sacarmelo de encima. Que alguien me libre de mi cara!!!
Me tiro alñ suelo y me restriego entre los trozos del espejo roto. Quiero arrancarme la cara. Quiero sacarmela de encima. Sin ella será yo porque ya no seré yo. Me quema la piel, necesito sacarmela de encima. Sangra y sangra.
La cojo y la estampo contra la pared, de rodillas. Sangre por todas partes...por la nariz, por las mejillas, por los labios, por las encias...
Y mis manos manchadas con mi sangre...
Arrastro mi cara por el suelo, restregandola con todos los trozos de cristal que ahí hay.
Y me la arranco. No quiero verla más, no quiero verla más. La arranco a trozos. La piel, el pelo...todo.
Me arranco los parpados, las mejillas, los labios. Me arranco la nariz, la frente, las cejas, el pelo, las orejas, la barbillas, los dientes que aún siguen en pie...
Y la piel del cuello también, y con ella la nueza. Siempre he odiado mi nuez. Y cueno ya no queda cuero cabelludo, ni base donde vuelva a crecer, aprovecho para arranxarme los ojos.
No quiero verme. No quiero verme nunca más.
Quiero que todos recuerden mi cara, una masa amorfa de musculo y sangre. Ese soy yo.
Estampo lo que queda de mi cara contra la otra pared. Y la restriego contra todos los rincones de la habitación. Y la aplasto contra el suelo una y otra vez. Salpicando de sangre todo lo que se haya salvado.
Mis desdos se han clavado en los musculos de la fuerza que hago. Los separo como puedo, y me meto el dedo por el orificio nasal...rompo unos cuentos huesos y empiezo a tocar mis viscoso cerebro. Lo agarro y tiro de él.
Lo saco a trozos, como un enorme moco gris manchado de sangre.
Este soy yo, esta es mi cara.
No quiero verla.
Ahora que ya no soy soy mucho más yo que nunca.
No me importa. La odio. No quiero verla.
Rompo el espejo con mis puños, hago saltar sangre de mis nudillos al clavarse los cristales en ellos. El resto de cristales se clavan en mis pies descalzos al caer. Me llevo las manos a la cara, con cristales pegados en ellas y las restriego por ella. No quiero esta cara. Quiero arrancarme este pedazo de piel., Sacarmelo de encima. Que alguien me libre de mi cara!!!
Me tiro alñ suelo y me restriego entre los trozos del espejo roto. Quiero arrancarme la cara. Quiero sacarmela de encima. Sin ella será yo porque ya no seré yo. Me quema la piel, necesito sacarmela de encima. Sangra y sangra.
La cojo y la estampo contra la pared, de rodillas. Sangre por todas partes...por la nariz, por las mejillas, por los labios, por las encias...
Y mis manos manchadas con mi sangre...
Arrastro mi cara por el suelo, restregandola con todos los trozos de cristal que ahí hay.
Y me la arranco. No quiero verla más, no quiero verla más. La arranco a trozos. La piel, el pelo...todo.
Me arranco los parpados, las mejillas, los labios. Me arranco la nariz, la frente, las cejas, el pelo, las orejas, la barbillas, los dientes que aún siguen en pie...
Y la piel del cuello también, y con ella la nueza. Siempre he odiado mi nuez. Y cueno ya no queda cuero cabelludo, ni base donde vuelva a crecer, aprovecho para arranxarme los ojos.
No quiero verme. No quiero verme nunca más.
Quiero que todos recuerden mi cara, una masa amorfa de musculo y sangre. Ese soy yo.
Estampo lo que queda de mi cara contra la otra pared. Y la restriego contra todos los rincones de la habitación. Y la aplasto contra el suelo una y otra vez. Salpicando de sangre todo lo que se haya salvado.
Mis desdos se han clavado en los musculos de la fuerza que hago. Los separo como puedo, y me meto el dedo por el orificio nasal...rompo unos cuentos huesos y empiezo a tocar mis viscoso cerebro. Lo agarro y tiro de él.
Lo saco a trozos, como un enorme moco gris manchado de sangre.
Este soy yo, esta es mi cara.
No quiero verla.
Ahora que ya no soy soy mucho más yo que nunca.
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carmenita -