Los goliardos o el falso Carpe Diem
A quién le suena esta palabra? Goliardos. Seguramente algunos pensarán que se trata de alguna especie de raza sacada de la trilogía del Señor de los anillos. Pues no. Su relación con la literatura se nutre de otras fuentes. Los goliardos vendrían a ser los representantes de lo que hoy banalmente se conoce como la filosofía del Carpe Diem. El Carpe Diem es un tópico latino que presentaba una postura diametricamente opuesta a la trascendental Ubi Sunt. Lo que la gente suele confundir es el sentido de esta filosofía, falsamente interpretada por la popular "el club de los poetas muertos". Carpe Diem nace del clero y como tal su intención es la vida terrenal, sometida a las costumbres. Haz todo lo que debas hacer y vive el día de doy. Este es un topico que refleja la vida de la rutina, la vida vivida dosificadamente, el "cada cosa en su momento"... típicamente expresado por los cristianos. El "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" no responde más que al concepto de seguir una rigida agenda dentro del sistema. No se extrae, por lo tanto, del Carpe Diem matíz alguno de rebelión e inconformismo, sino más bien su afirmación. Gritar carpe Diem poco tiene que ver con las ganas de vivir en libertad. Este inconformismo revolucionario tiene un origen bastante distinto: los goliardos. Nos encontramos en los siglos XII-XIII, las estructuras están cambiando. Los sociedad civil y política viven una época turbia cuyo único refugio se encuentra en el reino espiritual: la iglesia; ajena a las convulsiones de los reinos temporales esta puede ofrecer a los universitarios una vía para escapar al servicio militar, impuestos u otros servicios feudales (o reales). Como orficiantes de segunda, los goliardos ven una forma de vida con pocas obligaciones y mucho tiempo de ocio, usado para saciar todos su vicios. Especialmente recordados por su grandes comilonas, estos universitarios deben su nombre al sustantivo francés "geule" que viene a significas boca, su fama de tragones topa con dos cirunstancias: la próximidad de este termino al latín de glotonería "goliartus" y a su asemejanza con el nombre del bíblico Goliat, hecho, este último, que los pone en relación con las fuerzas del mal católico. La razón por la que se ha recordado a estos íronicos bon vivants es por su poemas, de los primeros que empezaron a recitarse semejantes a las canciones populares, rompiendo así con las reglas clasicas que se conservaban en los conventos, músicalizando las rimas y escribiendolas en las lenguas latinas. Por lo tanto vemos aquí como nace la fución de la cultura con el pueblo, de la poesía con la música, de la irreverencia política contra el gobierno y la iglesia y el orgullo de la hasta entonces (y hasta ahora, docho sea de paso) mal vista y condenada condición de vividor.Es pues ahí donde se encuentra la revolución, el romper con lo establecido, el jugar con el sistema y el usar la poesía como arma y sustento: el vivir al día, el alimentarse de todo el ocio posible.
Porqué en el club de los poetas muertos sólo gritaban Carpe Diem? Ni idea. Tal vez el directos no quería revolucionar nada realmente. Tal vez la condición de los bon vivants es menos honrosa que la de los poetas románticos. Tal vez el mundo no está preparado para reconocer una revolución que hecho por los suelos a la épica. Tal vez el termino glotón no sea muy digno. Tal vez sean demasiado molestos para la gente. A pesar de todo los goliardos han existido, los goliardos empezaron la revolución; la verdadera revolución. No los condenemos al olvido en pro de épicas (y en el fondo conservadores) revoluciones. Más Ubi Sunt, más goliardos y menos falsos Carpe Diems empuñados por genraciones de flasos anarquístas y gente formalmente libre aunque esencialmente encadenada.
3 comentarios
Jordan 4 -
Jordan Flight 45 -
Caronte -