Quien coño ha invitado a este capullo?
Tipica fiesta (raras veces me invitan a alguna), cuando todo el mundo parece pasarselo bien. Busco un sitio donde sentarme, alejado del mayor numero de personas posible, en el rincón más oscuro, y curzo las piernas. Tal vez sea un acto reflejo para fomentar una sensación de conformidad que pudiese desalentar a cualquiera que quisiese depegarte de tu refugio. Pero raras veces funciona. Siempre se te acaba pegando algún pesado. Por lo general, cuando estoy desubicado me pego a alguien que sepa por donde van los tiros, así que no entiendo porque cuando me paro y me siento en mi pequeño refugio de tranquilidad viene alguien a pegarse. Pueden haber dos resultados: o esa persona me cuenta su vida, o yo la mía. Algo estúpido, porque ambos nos habremos olvidado del otro en cuento nos separemos. La cuestión esque me siento una mierda atrayendo moscas. No podrían ir a tocar los cojones a algún bicho móvil? Pues no. Encima suelen pegarse a mí los más freaks, cosa que no ayuda a mí imagen. Al final siempre acabo considerandome el jesucristo de los freaks. Sonará como quiera interpretarlo quién lo lea. No me interesa quedar bien con nadie, y ese sentimiento ha estado demasiado tiempo jodiendo dentro. Nunca he pertenecido al grupo de los guays. Suelo ir sólo o con amigos. Pero que se me acople gente a la que no considero "amiga" me molesta. Si no se comen un rosco es su problema. Yo estoy ahí porque me rallo.
La costumbre suele brindarme alguna pelea con alguno de ellos. Puedo llegar a niveles muy despectivos, y voy pinchando hasta que la bomba estalla. Y de repente soy el malo de la función, porque mi pequeño refugio tranquilo se convierte en un escenario de borderías que atrae a los curiosos. Y entonces ocurre lo que siempre ocurre en mi vida. Todo son caras mirando con desaprobación. Yo soy el malo. Yo estoy equivocado. Ellos son buenos, tienen la razón. Creo que la mayoría aún se pregunta como he llegado ahí. Soy el aguafiestas.
Al final suelo ocultarme en el exterior del recinto, al acecho de cualquier forma de escapar. Y preguntandome como coño he llegado ahí. O me emborracho o acabo ahí. Bueno, cuando me emborracho tambien se me descalifica, basicamente porque suelo ir en busca de cualquier persona y soltarle cualquier rollo hasta que me suelta una bebida para que me calle. Es un buen sistema para no gastarse mucho dinero. Eso sí, la gente acaba hasta el gorro de tí. Acabarás sin amigos, te amenzan. Tu caracter te pierde. Te crees que puedes prescindir de los demás? Tanto te cuesta mantener el buen rollo?
Llamadme dyscordia. Me la suda. En el fondo siempre he estado sólo. Las pocas amistades que he tenido han resultado ser vacías, y los compañerísmos más aún. Si ya no esperas nada de nadie...que más te da que te sonrían o no?
Supongo que antes me importaba. Y me sabía mal. Pero siempre me habíanm dejado de lado, así que no le debo nada a nadie. Bueno, a los freaks, porque por muy capullos que fuesen algunos, yo no dejaba de ser como ellos. A los nosotros se nos miraba por encima del hombro. A nosostros se nos despreciaba. A nosotros nos hacían las putadas y de nosotros se reían. Muchas veces deseé ser fuerte, porque entonces no sería un freak, sería un "chico malo", y eso empezaba a tener su lado "cool". Es el mismo sentimiento que ffrente a las enfermedades mentales. En el fondo a todos les mola la esquizofrenia. Es la enfermedad mental más "guay" que hay. Es la de los killers, la de los tios duros. Pero nadie quiere una con la que acabes durmiendo sobre tus própios potados. Con sus matices, esa era la diferencia entre ser el "freak" de clase, y el chico malo. Y supongo que, como todo, acababa teniendo reminiscencia sexual y afectiva, porque los que se comían los roscos eran los guays y los malos, dejando a los freaks en el limbo de la abstinencia.
Cada uno a su manera hemos acabado de forma diferente, pero cada uno a su manera ahora los veo más personas que muchos de los que eran considerados los guays o los malos. Muchos más interesantes. Alguno sigue sin comerse un rosco, pero joder, es mucho más persona que cualquier chulo guay de playa.
En el fondo me sabe mal cuando nso peleamos entre freaks, porque siempre acabo siendo demasiado duro, diciendo cosas de las que me arrepiento. Cosas que nunca diría a un guay o malo porque partiendo desde el punto de vista de que no me van a entender, paso de tomarme el esfuerzo. O tal vez sea porque tras tantos años despreciandonos, al final me haya acabado creyendo que pertenezco a una raza inferior. No sé, el subconsciente ha hecho cosas más raras...
Igual nuestra diferencia está en la busqueda de la felicidad. Tenemos puntos de vista distintos, y de momento no hay freak que me haya entendido. Como vas a pedirle a una persona feliz que deje de serlo?
Es de locos. Y también yo me siento un loco cuando acabo en una discoteca, moviendo el cuerpo (por decir algo) al ritmo constante (cambian las canciones pero permenece la misma base ritmica, increible!) rodeado de gente vestida de cuasi gala preguntandose como coño han dejado entrar a un tio maquillado ahí dentro. La verdad esque ahí si que hechas en falta a algún friki con quien divertirte un poco, pero a cambio tienes un poco de satisfacción al romper un poco el mundo de reglas que hay tu alrededor.
Pienso entonces, si hay suerte me llevo esta noche a una pija a la cama. De hecho hay una que me mira. Frunzo el ceño, pongo mala cara y bizquedo los ojos. Cuando reformo la cara, la chica ya se ha dado la vuelta y se aleja como puede. Soy un aguafiestas. Tal vez esté como una puta cabra. Pero el mundo de normas, el mundo con sentido, el mundo...normal...también es un cuadro pintado por un loco.
Me siento bastante solo.
La costumbre suele brindarme alguna pelea con alguno de ellos. Puedo llegar a niveles muy despectivos, y voy pinchando hasta que la bomba estalla. Y de repente soy el malo de la función, porque mi pequeño refugio tranquilo se convierte en un escenario de borderías que atrae a los curiosos. Y entonces ocurre lo que siempre ocurre en mi vida. Todo son caras mirando con desaprobación. Yo soy el malo. Yo estoy equivocado. Ellos son buenos, tienen la razón. Creo que la mayoría aún se pregunta como he llegado ahí. Soy el aguafiestas.
Al final suelo ocultarme en el exterior del recinto, al acecho de cualquier forma de escapar. Y preguntandome como coño he llegado ahí. O me emborracho o acabo ahí. Bueno, cuando me emborracho tambien se me descalifica, basicamente porque suelo ir en busca de cualquier persona y soltarle cualquier rollo hasta que me suelta una bebida para que me calle. Es un buen sistema para no gastarse mucho dinero. Eso sí, la gente acaba hasta el gorro de tí. Acabarás sin amigos, te amenzan. Tu caracter te pierde. Te crees que puedes prescindir de los demás? Tanto te cuesta mantener el buen rollo?
Llamadme dyscordia. Me la suda. En el fondo siempre he estado sólo. Las pocas amistades que he tenido han resultado ser vacías, y los compañerísmos más aún. Si ya no esperas nada de nadie...que más te da que te sonrían o no?
Supongo que antes me importaba. Y me sabía mal. Pero siempre me habíanm dejado de lado, así que no le debo nada a nadie. Bueno, a los freaks, porque por muy capullos que fuesen algunos, yo no dejaba de ser como ellos. A los nosotros se nos miraba por encima del hombro. A nosostros se nos despreciaba. A nosotros nos hacían las putadas y de nosotros se reían. Muchas veces deseé ser fuerte, porque entonces no sería un freak, sería un "chico malo", y eso empezaba a tener su lado "cool". Es el mismo sentimiento que ffrente a las enfermedades mentales. En el fondo a todos les mola la esquizofrenia. Es la enfermedad mental más "guay" que hay. Es la de los killers, la de los tios duros. Pero nadie quiere una con la que acabes durmiendo sobre tus própios potados. Con sus matices, esa era la diferencia entre ser el "freak" de clase, y el chico malo. Y supongo que, como todo, acababa teniendo reminiscencia sexual y afectiva, porque los que se comían los roscos eran los guays y los malos, dejando a los freaks en el limbo de la abstinencia.
Cada uno a su manera hemos acabado de forma diferente, pero cada uno a su manera ahora los veo más personas que muchos de los que eran considerados los guays o los malos. Muchos más interesantes. Alguno sigue sin comerse un rosco, pero joder, es mucho más persona que cualquier chulo guay de playa.
En el fondo me sabe mal cuando nso peleamos entre freaks, porque siempre acabo siendo demasiado duro, diciendo cosas de las que me arrepiento. Cosas que nunca diría a un guay o malo porque partiendo desde el punto de vista de que no me van a entender, paso de tomarme el esfuerzo. O tal vez sea porque tras tantos años despreciandonos, al final me haya acabado creyendo que pertenezco a una raza inferior. No sé, el subconsciente ha hecho cosas más raras...
Igual nuestra diferencia está en la busqueda de la felicidad. Tenemos puntos de vista distintos, y de momento no hay freak que me haya entendido. Como vas a pedirle a una persona feliz que deje de serlo?
Es de locos. Y también yo me siento un loco cuando acabo en una discoteca, moviendo el cuerpo (por decir algo) al ritmo constante (cambian las canciones pero permenece la misma base ritmica, increible!) rodeado de gente vestida de cuasi gala preguntandose como coño han dejado entrar a un tio maquillado ahí dentro. La verdad esque ahí si que hechas en falta a algún friki con quien divertirte un poco, pero a cambio tienes un poco de satisfacción al romper un poco el mundo de reglas que hay tu alrededor.
Pienso entonces, si hay suerte me llevo esta noche a una pija a la cama. De hecho hay una que me mira. Frunzo el ceño, pongo mala cara y bizquedo los ojos. Cuando reformo la cara, la chica ya se ha dado la vuelta y se aleja como puede. Soy un aguafiestas. Tal vez esté como una puta cabra. Pero el mundo de normas, el mundo con sentido, el mundo...normal...también es un cuadro pintado por un loco.
Me siento bastante solo.
2 comentarios
Caronte -
Starfighter -
Desde el acople de pesados hasta el llevarse una pija a la cama.