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Spleen

Mare Nostrum

Sentado sobre unas rocas, al borde del mar. Está nublado. Empezará a llover dentro de poco.
Las olas rugen al chocar contra mi trono. Todo es gris. El cielo, la arena, las rocas..el mar...
Y fijo mi vista en el infinito.
Empieza a caer una fina llovizna. Ni un solo trueno, solo las olas rugiendo. Ni un alma a mi alrededor. No hay nada mas bello y desolador como una playa un día lluvioso: desierta.
Nadie sabe que estoy ahí. Soy una de esas gotas fundiendose con el mar al caer.
Un escalofrío recorre mi espalda. Empieza a hacer frio.

Me gustaría poder apretarme a alguien. Tener a alguien a quien poder mirar, abrazar, besar...ahí...al borde del mar, cuando a nadie le interesa bajar a la playa. Cuando el calor no pega la ropa a tu piel, cuando no temes tropezarte con algun cuerpo torrandose al sol, cuando no tienes que gritar por encima de la cacofonía imperante...
Simplemente susurros, sonrsas, lagrimas, besos, abrazos...todo gris...
En la soledad. Poder hablar a alguien con solo mirarla.
Pero el mundo no puede ser perfecto. la realidad te alcanza como las olas a mis pies (por consiguiente, mis pantalones).
Me retiro un poco. Vuelvo a la arena (tejanos empanados...). La lluvia es fina, pero ya ha conseguido calar. Me gustaría poder derrumbarme. Poder llorar al hombro de alguien. Poder ser debil sin perder su respeto. Poder quitarme la máscara sin temor a burlas o ataques.
Un barco cruza el paisage. El mar está violento. Ahora el viento corea el rugido de las olas.
Me pongo a tararear una canción. No sé cual era...o si eran varias. Simplemente las tarareaba porque no había nadie para escucharme. Tarareaba para no tener que decir un "te quiero" que se perdería como un susurro en el viento.
Me senté en el suelo, y me estiré un poco más tarde (empanado completo). La lluvía seguía cayendo, per había amainado. Dejé que unas lagrimas recorriesen mis mejillas, fundiendose con la lluvia. Todo yo me disolvía con el entorno. Mis palabras se las llevaba el viento, mis lagrimas la llúvia y mi cuerpo se lo tragaba la tierra.

La gente me miraba de reojo en el bus. había un sitio libre a mi lado. de repente volvía al colegio, cuando nadie se sentaba a mi lado. Un loser.
Casi empiezo a reir cuando se me acera una punkarra: "tienes fuego?". "no fumo". Y se alejó.
Con la mano derecha, metida en el bolsillo, acariciaba mi mechero. No conseguí sonreir en lo que quedaba de día.

5 comentarios

Caronte -

Mare Nostrum es el mejor de los mares. Es tranquilo, y violento como una madre protectora. Un mar que te acoje al bañarte... porque es la madre de todos nostros.
El mundo no existiría sin nuestro mar, o por lo menos no existiría tal y como lo conocemos.
Goethe dejó de ser el hombre gótico, y todos los que aprenden a hablar con él, encuentran el mayor de los equilibrios.
Yo suelo intentar hablar con nuestro mar, pero aún no lo he conseguido.
De todas formas, no ceso en mi empeño. De algo tenía que servirme mi sangre aragonesa.

ana-shadyy -

hay una canción de chucho preciosa que tb se llama mare nostrum...

Anónimo -

También

Caronte -

Lo hermoso sería desvincularlo de su tristeza.

Anónimo -

Hermosamente triste