Sólo un beso. Un beso tierno, caliente, humedo, apasionado, con ganas... Un beso que no sea un simple trámite para ir a la cama o para dejar que los pensamientos discurran en otras direcciones. Un beso que absorva todo lo que nos rodea, que reste importancía a un mundo demasiado acelerado para presytar atención a la fuerza de ese abrazo donde los sentimientos se funden unos con otros imitando a la saliva que dos lenguas abrazadas hacen disolverse la una en la otra. La lengua reconoce entonces un tierno lugar de descanso en la otra boca, abrazada en la otra lengua, apoyándose en los dientes, acariciando las rugosidades del paladar... mientras es todo el cuerpo que desearía estar ahí dentro. No es nada sexual así que la necesidad viene impulsada desde un espacio vacío que se genera en el estómago y que impulsa a perderse en el interior de esa persona. Tal es la intensidad de esa emoción que casi se confunde con el escalofrío que provocan las caricias de unas manos que inconscientemente se han puesto en marcha. Poco importa el resto de la gente, poco importa el fio, poco importa el tráfico, el sonido de los motores o de los claxons... poco importan las risas, las lágrimas, los triunfos, los fracasos... poco importa el tiempo y lo que tendrá que hacerse después... no existe fecha en la agenda escrita con una tinta más fuerte que en enlace de esas lenguas. No importan las guerras, las miserias, ni nada de lo que ocurra a nuestro alrededor. Nada. Elmundo se deteiene, la gente se disuelve, el sonido se ahoga en sí mismo... todo desaparece y sólo queda ese beso... Dos personas en un rincón atemporal, resguardadas del resto, únicos, anónimas, perdidas entre sus própias sensaciones, mezlcadas entre ellos...
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shmee -
Anónimo -