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Spleen

Como matar a un ángel

Cada vez me cuesta más levantarme, o tomarme en serio lo que sea. Estoy harto de que un despertador, una estupida maquina de sinido chirriantes me diga lo que debo hacer. Y luego levantarme, legañoso, para poner mis pies desnudos sobre el suelo, y tener que salir corriendo hacia el baño, por el frio que me invade al despegarme de mi edredón.
Una vez en el baño me miro al espejo...demacrado...con un flequillo como el de mi perro, la comisura de los labios adornada con los rastros de una babilla nocturna, la cara llena de pelos desordenados y mis ojos, entrecerrados, recordando que soy miope y que casi no puedo moverme por ahí sin gafas. Yo ya no veo cuando camino por la calle: intuyo.
Me ducho, me enjabono mientras mi cerebro canta en silencio y me aclaro con miedo al frio que tendré nada más salir de esa estrecha ducha industrial que me acoje cada mañana.
Sigo con la rutina, me seco, me visto, me pongo una crema en los pies para que no me invadan los hongos (Timberland hacen unas bambas tan malas que se olvidaron de ventilarlas...), me lavo los dientes, me enjuago con un liquido verde y picante para eliminar toda vida dentro de mi boca, me pongo el desodorante (axe...como no..) y representa que ya soy una persona.
Me falta depilarme, ponerme colonia, peinarme, ir al gimnasio para ponerme cachas, cortarme el pelo, afeitarme, ponerme cremas para hidratar la piel y lociones para reavivar el cabello... emocionarme con la idea de aprender a conducir, ir a la clase de primera hora con ganas, pasamre media hora eligiendo el modelito más pijo de mi armario, ir a arreglar el reloj que hace más de seis meses que se estropeó, ponerme al día en los estudios, organizarme bien, ser productivo, hacer amigos en la uni, ir a fiestas universitarias y dejar de tocar el bajo para que no se me destruyan más mis desquiciados dedos...
No, gracias. Me quedo con los minimos imprescindibles.
Pero el amor pasa cada día a mi lado y se olvida de dirigirme siquiera una mirada. Me siento detrás suyo, clavandole la mirada y no se siente amenazada. Porque yo no soy de su mundo. NO soy un gran estudiante, no soy un buen catolico, no soy un buen amigo, no soy un gran amante, no soy un mediocre musico, no soy un buen poeta, no soy un buen escritor ni un devoto deportista.
Soy una mancha oscura sentada al fondo de la clase. Silenciosa, arisca, sarcastica... y supongo que peligrosa. Una gran mancha de mediocridad. Supongo que le sorprendió hablar conmigo sobre Woody Allen. A veces tengos temas de conversación y todo...
Lo máximo que me concederá es un café seguramente. No tengo coche, no tengo ambiciones, no soy elegante ni educado. Soy poco más que una bestia circense... suficiente grotesco para reirse un rato y suficiente exotico para concederle un café.
Tengo seguramente una lengua demasiado obscena, un ademán demasiado arrogante, un discurso sobradamente pedante y un conjunto desagradablemente vulgar.
No culpo al amor por no escuchar mis gritos en silencio.
Culpo al mundo por ser como es y por mi incapacidad para adptarme a él. Demasiados detalles para una persona tan poco minuciosa como yo.
Vuelvo solo a casa por calles desiertas a causa del frio. Cada vez me molesta más ir con gente. Prefiero ponerme el disc-man a todo volumen y evitar oír nada de lo que pasa a mi alrededor. Prefiero echar la culpa a estos detalles que a mí mismo. Por eso el amor no me dirige siquiera una mirada. Pasa a mi lado como quién pasa al lado de un perro y no soy lo suficientemente valiente como para reconocer que es por mi naturaleza y no por mis circunstacias. Porque eso són los detalles...meras circunstancias.
Me desnudo, me lavo los dientes y me acuesto abrazado a mi almohada, deseando no tener que despertarme mañana...no tener que volver a pasar por lo que paso cada día...la rutina de un solitario producto sin alma.
He sido yo quién se ha forjado esta soledad. Lástima que no sea suficientemente fuerte como para soportarla.
Quién soy yo?

1 comentario

Shmee -

eh disfrutado leyendolo