Hablando con las paredes
Su mirada vacia. Mil palabras perdidas en esa inmensa red que es la incomprension. Como si hablasemos dos idiomas. No estamos en el mismo mundo. Hablo y hablo, pero no digo nada. Si tus palabras no son entendidas, puedes hablar durante horas, que será igual que si no dijeses nada. Hablando con las paredes.
Unos muros. Cuatro muros a mi alrededor. Chillo y chillo. Histerico perdido.
Los nervios suben. No me controlo. Golpeo las paredes hasta reventar mis nudillos. No se pegar. Pero tampoco lo pienso. Me veo semanas sin poder cerrar bien los puños. Pero da igual. Yo insisto e insisto.
Gritando a paredes. Golpeando ladrillos. Ladrillos que poco a poco van tomando forma de hormigón. No importa. Sigo.
Algun día habrá una puerta? Una ventana?
A saber...
Y si me sentase a esperar? A esperar que alguien viniese a salvarme? No puedo. Soy demasiado nervioso. La impotencia solo consigue alterarme más. Y embisto de nuevo. Una y otra vez. Aún siendo consciente de que no servirá de nada. Solo hay una solución, y esd que alguien me encuentre antes de que muera de hambre, yo sigo golpeando. Y chillando.
Dejo de lado la razón y todo lo que una vez me importó para intentar salir. Dejo de ser hombre para ser animal.
No hay belleza en ello. Me la cargo. La belleza de la bestia se la debió inventar algun iluminado. No hay belleza en destruir. Porque destruyes. Cuando alguien abra la puerta no lo veré y le golpearé con toda mi rabia. Y no pararé. Le destrozaré, porque la carne es más debil que el muro.
Tengo miedo de mi mismo. Tengo miedo de lo que puedo llegar a hacer. Cuento más tiempo paso conmigo mismo mas me conozco, y cuanto más me conozco más confundido estoy. Sé que algún día llegaré al nuvleo de mí mismo. Lo sé porque ya he llegado. Dí un salto, y no me gustó lo que ví.
Tengo que engañarme, porque sé quien soy. Sé lo que soy, y eso me da miedo. Soy una cadena atada a mi cuello porque soy peligroso.
Tanto resentimiento, rabia, ira, envidia...impotencia. He mirado mi cara y solo he querido destrozarla.
Me odio. Odio todo lo que hago. Y golpeo contra los muros. Y mientras chillo lloro. Y me da igual destruir lo que sea. Solo escapar, y destruir.
Me comprendo demasiado bien. Sé que hay un limite que no hay que franquear, porque sé que no puedo aguantarlo. Aún así voy haciendo incapies. No me soporto. No me aguanto.
Despertar otro día siendo otra persona. Olvidandome de mi. De mi presente, de mi pasado, de mi futuro...
No quiero nada relacionado conmigo. Ni tampoco quiero nada relacionado con los demás. O sí?
Los odio porque no puedo ser como ellos? Y que me lo impide? Yo me lo impido.
Y mientras me destruyo destruyo a todos los que puedo.
Es bastante patetico verse en esta situación.
No importa. Mientras, seguré chillando a las paredes.
Tal vez alguien abra la puerta....y puedo hacer algo más que hacerle daño.
Y vuelvo a despertarme por la mañana. Y sigo viendo un muro a mi lado. Ya quedan pocos ladrillos. El hormigón lo ocupa casi todo.
Unos muros. Cuatro muros a mi alrededor. Chillo y chillo. Histerico perdido.
Los nervios suben. No me controlo. Golpeo las paredes hasta reventar mis nudillos. No se pegar. Pero tampoco lo pienso. Me veo semanas sin poder cerrar bien los puños. Pero da igual. Yo insisto e insisto.
Gritando a paredes. Golpeando ladrillos. Ladrillos que poco a poco van tomando forma de hormigón. No importa. Sigo.
Algun día habrá una puerta? Una ventana?
A saber...
Y si me sentase a esperar? A esperar que alguien viniese a salvarme? No puedo. Soy demasiado nervioso. La impotencia solo consigue alterarme más. Y embisto de nuevo. Una y otra vez. Aún siendo consciente de que no servirá de nada. Solo hay una solución, y esd que alguien me encuentre antes de que muera de hambre, yo sigo golpeando. Y chillando.
Dejo de lado la razón y todo lo que una vez me importó para intentar salir. Dejo de ser hombre para ser animal.
No hay belleza en ello. Me la cargo. La belleza de la bestia se la debió inventar algun iluminado. No hay belleza en destruir. Porque destruyes. Cuando alguien abra la puerta no lo veré y le golpearé con toda mi rabia. Y no pararé. Le destrozaré, porque la carne es más debil que el muro.
Tengo miedo de mi mismo. Tengo miedo de lo que puedo llegar a hacer. Cuento más tiempo paso conmigo mismo mas me conozco, y cuanto más me conozco más confundido estoy. Sé que algún día llegaré al nuvleo de mí mismo. Lo sé porque ya he llegado. Dí un salto, y no me gustó lo que ví.
Tengo que engañarme, porque sé quien soy. Sé lo que soy, y eso me da miedo. Soy una cadena atada a mi cuello porque soy peligroso.
Tanto resentimiento, rabia, ira, envidia...impotencia. He mirado mi cara y solo he querido destrozarla.
Me odio. Odio todo lo que hago. Y golpeo contra los muros. Y mientras chillo lloro. Y me da igual destruir lo que sea. Solo escapar, y destruir.
Me comprendo demasiado bien. Sé que hay un limite que no hay que franquear, porque sé que no puedo aguantarlo. Aún así voy haciendo incapies. No me soporto. No me aguanto.
Despertar otro día siendo otra persona. Olvidandome de mi. De mi presente, de mi pasado, de mi futuro...
No quiero nada relacionado conmigo. Ni tampoco quiero nada relacionado con los demás. O sí?
Los odio porque no puedo ser como ellos? Y que me lo impide? Yo me lo impido.
Y mientras me destruyo destruyo a todos los que puedo.
Es bastante patetico verse en esta situación.
No importa. Mientras, seguré chillando a las paredes.
Tal vez alguien abra la puerta....y puedo hacer algo más que hacerle daño.
Y vuelvo a despertarme por la mañana. Y sigo viendo un muro a mi lado. Ya quedan pocos ladrillos. El hormigón lo ocupa casi todo.
4 comentarios
Caronte -
En cierta manera es interesante pensar en las conexiones entre la gente.
Te gusta Hegel?
Si estiras de una cuerda, la persona que esté al otro extremo lo notará.
Nell -
Por José Agustín Goytisolo
En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad.
Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?...
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio.
¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.
Caronte -
Somos nuestro peor enemigo.
Nell -
Igual que el vaho en un espejo
así haces tú. Siempre encubriendo
lo que eres: un temeroso
y atrasado sentimental;
un lobo sin garras ni dientes;
un desastre como persona.
si no ocultaras tus carencias
nada te ocurriría.Pero
tu no temes lo que otros piensen
sino verte en un claro espejo.
J.A.Goytisolo
haber si puedes leer este articulo, se llama ""No llueve eternamente" (26/5/2004) tipico verdad? Solo un abrazo, estamos en mundos distintos, pero los dos soñamos, gritamos, lloramos...
http://www.infoaragon.net/servicios/blogs/ixtab/index.php?idarticulo=200405101