Blogia
Spleen

M

No volverá a llover sobre la tierra. El mundo se para mientras mis pensamientos lo atraviesan. El estigma arde en mi brazo, he vuelto desde los infiernos solo para darme cuenta de que no quiero quedarme. Uno de los grandes peligros que surgen al cruzar el umbral es darte cuenta de que todo era mejor allí, sería maravilloso permanecer de forma permanente al otro lado del espejo, un lugar en que las heridas de nuestra realidad poco nos afectan... y por eso decido volver, porque la senda del dolor es el camino hacia una verdad que nunca encontraremos, y descartar al dolor tan solo nos lleva a otra forma de felicidad, a la paralisis mental, al infierno de los lobos. El mundo se tiñe de rojo y mis ojos no pueden cerrarse: quiero esto, quiero lo otro; acaso no me doy caigo en la cuenta de que no lo necesito? Si uno tuviese la clave del entendimiento, no sería mejor pasar de ella para poder seguir jugándo a alcánzarlo? Contradicciones, tareas incompletas, misiones fallidas, la belleza no reconocidad de la inmundicia en la que nos movemos. No se trata de cojer un microfono y cantar: Je suis décadent, je mange de yahur et j'habille en noir", sino más bien de cantar en la ducha : faut naître rouje à Barcelone et noir pour mourir à Paris. Pueden sacar sus armas, yo no sacaré una flor, pero dejaré que mis dientes y uñas se partan en la batalla: no soy imbecil, simplemente tengo ganas de acabar con todo porque és al único lugar al que me lleva el camino que he elegido, haciéndo gala, eso si, de toda la paradoja que me insertaron de serie en el vientre de mi madre. Tanta belleza por saborear y tanta incapacidad para disfrutarla... vale la pena pagar el precio de comer sin llegar nunca a saciar el hambre? El dolor es exactamente lo mismo que el placer, simplemente cambia el punto de vista. De todas formas acabaré conmigo de una forma u otra, ya sea mental o físicamente. Pero quién cojones pretende vivir eternamente? Quién vendería su alma al diablo por volver a cometer eternamente los mismo errores? Aunque venderla por llegar a entender de qué cojones va todo esto tal vez nos encierra en el vicio del eterno retorno. Demasiada retórica para tanto sueño: mis brazos apenas responden, pero mis ojos se niegan a cerrarse. Llueve. Llueve a pesar de que no volverá a llover nunca más. Y yo he vuelto pero nunca conseguí realmente salir del agujero en el que me metí. Supongo qe cuando caes en un pozo de mierda, al salir nunca consigues librarte de ese hedor. Necesita recordarte quién eres, necesita recordar que estás estigmatizado, que nunca nada será como lo que puedas llegar a soñar. Eso está hecho para los demás. El mundo ya está teñido de rojo, solo hay que aprender a jugar a la mascarada para hacer un poco soportable tanta dsolación. Bienvenidos al desierto de las almas errantes, los parias cuya carga les impide mirar al resto a los ojos. No habrá justicia, ni karma, ni premio. El dolor se escoje y se soporta, pero nunca se puede esperar de él una recompensa... en ello consiste su encanto. No quieras ser como yo: no hay nada digno de sentirse orgulloso en ello.    El beso se perdió en el desierto, y nunca llegó a su destino...

0 comentarios